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lunes, 20 de agosto de 2007

Historia del Principado de Andorra




En la Edad Media los valles de Andorra pertenecían al condado de Urgel. Con la expansión de este condado hacia el sur (Mur, Àger, Ponts, Balaguer, Guissona, Agramunt, etc.), donde había terrenos más fértiles, las zonas montañosas dejaron de tener interés para el conde. El obispado cedió en feudo este territorio al Vizcondado de Castellbó. Por medio de enlaces matrimoniales, sus dominios pasaron a manos del condado de Foix y este último irá adquiriendo poder (Bearn, Reino de Navarra y, de ahí, el Reino de Francia). Como consecuencia de los conflictos entre el conde de Foix y el obispo de Urgel, en 1278 se firma el primer "Pareatge", el cual fija los límites del poder de cada señor, representa la fundación del Principado de Andorra y define las obligaciones de los andorranos en materia de diezmos y militares. Desde entonces, los jefes de Estado serán el Obispo de Urgell y el rey de Francia (hoy, el presidente de la República francesa).
Tal estructura llegará hasta nuestros días, lo que ha permitido que Andorra conserve su independencia (salvo por un pequeño periodo de anexión directa a Francia por
Napoleón) hasta la actualidad. El único periodo histórico en el cual Andorra no dependió de ningún otro estado fueron unos pocos días en 1934 en los cuales el barón de Orange, un ruso llamado Boris de Skossyreff, se coronó rey de Andorra y, en apenas nueve días, proclamó una constitución, un boletín oficial y varios decretos, además de declararle la guerra al coprincipe episcopal, el obispo de Urgel, que consiguió echar al "monarca" enviando a un grupo de guardias civiles. La Guerra Civil Española y la consiguiente victoria de los nacionalistas de Franco, además del estallido de la II Guerra Mundial y la invasión de Francia por parte de los alemanes de Hitler, dejaron a Andorra en una difícil tesitura. Andorra fue amparada por el Gobierno de Vichy dirigido por el Mariscal Petâin, pero cuando éste fue depuesto por los nazis y Hitler ordenó la invasión de toda Francia, Andorra vivió uno de sus momentos más oscuros. Por un lado de sus fronteras, el gobierno totalitario de Hitler y por otro, el gobierno nacionalista de Francisco Franco. Debido a su política de neutralidad pasó desapercibida durante estos conflictos. Sin embargo tuvo que simpatizar forzosamente con las potencias fascistas para evitar una invasión.

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